Obras 2020
El Sello Artesanía Indígena 2020, reconocimiento entregado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios, en conjunto con la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), reconoció un total de 15 obras (cinco de ellas menciones honrosas) de artesanas y artesanos representantes de los pueblos Aymara, Colla, Mapuche, Kawésqar y Yagán; de ocho regiones del país.
La convocatoria se propone como un incentivo a la promoción y revitalización de los conocimientos y técnicas artesanales tradicionales de pueblos indígenas, oficio vinculado a una de sus expresiones artísticas más relevantes de estos pueblos: la artesanía tradicional. Además, dicho reconocimiento busca contribuir a la proyección de estas expresiones culturales tradicionales indígenas en el marco del trabajo de revitalización cultural que desarrolla la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios, en conjunto con una red de organizaciones indígenas en todo el país y afrochilenas en la región de Arica y Parinacota.
Dos de los artesanos reconocidos por el Sello Artesanía Indígena 2020 fallecieron durante el proceso. Se trata de Martín González del pueblo Yagán, quien fue distinguido por su obra “Arpón Aoea”, tallado en hueso de ballena, un símbolo fundamental de su cultura canoera; y Juan Antihuen Neihual, artesano mapuche del sector Külako, comuna de Villarrica, con “Llepü”, trenzado en corteza de koliwe, una de las técnicas más antiguas de este oficio. Esta versión rindió un homenaje a la memoria de ambos artesanos, a su legado y a las futuras generaciones de sus respectivos pueblos.
En 2020, el llamado se adaptó al contexto de emergencia sanitaria que se enfrenta en el país debido al Covid-19. Es así que, como una forma de apoyar a las artesanas y artesanos indígenas en este complejo momento, esta versión del Sello Artesanía Indígena aumentó de 7 a 10 las obras ganadoras y de 3 a 5 las menciones honrosas. Las obras ganadoras reciben entre otros beneficios un premio de 1 millón de pesos, mientras que las menciones honrosas se hacen acreedoras a 500 mil pesos.
Revisa el Catálogo de obras ganadoras y menciones honrosas 2020. Sello Artesanía Indígena.
Obras ganadoras
Arpón aoea - Martín González Calderón - Pueblo Yagán
Puerto Williams, región de Magallanes y la Antártica chilena
"Los yaganes cazaban lobos marinos con este arpón, llamado aoea. En mis correrías por las islas en mi bote de remo, encontré en una y otra playa los arpones de hueso, encontrándome con mis raíces ancestrales, y me propuse volver a tallarlos, redescubriendo las viejas técnicas, los antiguos diseños."
Martín González Calderón (1953- 2020) navegó desde pequeño por los canales australes. De su padre heredó la experiencia en la navegación y el conocimiento sobre el territorio. Cuando ambos salían a alta mar, el resto de la familia permanecía en la Isla Mascart, donde mantenían su hogar. La cercanía con el mar llevó a Martín a construir sus botes y canoas. Fue cultor de la artesanía y la navegación, manteniendo latente la tradición caonera de su pueblo. Su habilidad en el trabajo en madera, hueso, corteza y otras materias primas la adquirió al alero de su herencia cultural, entre mares y cantares. Varias de sus obras, entre ellas sus canoas, han sido exhibidas en museos y muestras de arte yagán. En 2016 participó con una réplica de canoa yagán en el primer Encuentro de las Culturas Indígenas, organizado por la Subdirección Nacional Pueblos Originarios.
Martín fue un referente de la cultura, protagonista en destacados documentales como “Cultura Yagán. Persistencia de la Memoria” y “Tánana, estar listo para zarpar”, realizó numerosos talleres para niñas, niños, jóvenes y personas adultas, donde entregó un legado de sabiduría y conocimientos a las nuevas generaciones.
LLepü - Juan Antihuen Neihual - Pueblo Mapuche
Comunidad Pedro Caniulaf, sector Külako, comuna de Villarrica, región de La Araucanía
El Llepü, también conocido como Balai, es un objeto circular extendido de 65 a 70 cm. de diámetro y unos 10 de altura, notable por su firmeza, duración y utilidad. En esta zona de la pre-cordillera de Villarrica se confecciona con Küla, Koliwe y Coirón, fibras vegetales nativas, propias del territorio.
Juan conoció el trabajo del Llepü a los 15 o 16 años mirando a un tío -“que era pariente por el lado de mi papá, casado con una hermana de él”- en el sector de Afunalhue, sector cercano al cerro Chiguayko, en la localidad de Lican Ray; aquí aprendió mirando cómo se comenzaba el tejido y la técnica para ir envolviendo las fibras, pero no aprendió enseguida, tuvo que hacer varios intentos. Un primo de Juan, José Catrinao Antihuen, le enseñó a reconocer la Küla adecuada para hacer Kachif. Gracias a él pudo buscar sus propios materiales y reconocer y colectar la Küla de años, sin ganchos, que permite que el Kachif quede flexible y no se quiebre. Juan aprendió solo a darle la terminación al Llepü.
Jekáne alowíkčes káwes - Francisco Arroyo Edén - pueblo Kawésqar
Puerto Edén, comuna de Natales, región de Magallanes y Antártica Chilena
Francisco Arroyo Edén (Pārte) es uno de los fundadores de la Comunidad Indígena Kawésqar Residente en Puerto Edén, radicada en la localidad de Puerto Edén en la región de Magallanes, una ruta de navegación a 26
horas desde la ciudad de Puerto Natales y 14 horas desde Caleta Tortel de la región de Aysén, en la llamada Patagonia Occidental, en el territorio definido como Kawésqar-Wæs.
Francisco Ernesto Arroyo Edén, Pārte, su nombre kawésqar, nace en el sector de Huechurraile al sur de las Islas Byron. Experto narrador de antiguos cuentos e historias kawésqar, cuya maestría narrativa la aprendió de su padre mientras navegaba y recorría los canales de la Patagonia occidental, nombrado Kawésqar-Wæs por los Kawésqar de Puerto Edén. En estas constantes navegaciones se adentra profundamente en cada recoveco conoce cada rincón, bahía, islas, fiordos, canales, las dimensiones de este inmenso territorio complejo y frágil. Desde niño aprende de su padre la construcción de canoas de coigües, arte material importante dentro de la vida de los Kawésqar, lo que les ha permitido navegar un vasto territorio que abarca desde la entrada del Golfo de Penas hasta Isla de Almagro. En la actualidad este trabajo se traduce en la elaboración de canoas de corteza de mañío y
cuero de lobo común para venta de artesanía o souvenir.
Trompe forjado - Khano Llaitul - Pueblo Mapuche
Cerro Navia, región Metropolitana de Santiago
El trompe es parte importante en la música mapuche, pero en la actualidad la mayoría de estos instrumentos son Importados y tienen una baja calidad. Los antiguos plateros mapuche tenían que manejar la técnica de forja (moldear hierro en fuego) para poder elaborar sus herramientas por lo que la herrería y platería van en conjunto en el inicio de el arte en metales en el periodo colonial. La forja es la única técnica que permitió en el pasado la creación de trompes en hierro, por lo que la creación de un trompe en forja retoma un arte antiguo que hace frente al engaño de importar estos instrumentos, maquillarlos y presentarlos como manufactura mapuche en ferias artesanales.
Khano Llaitul tiene 20 años de experiencia realizando este tipo de artesanías. La técnica la aprendió con familiares que reparaban herramientas agrícolas, azadones, chuzos y palas, para luego en el liceo técnico profesional aprender las calidades y cualidades de aceros.
Riendero - Humberto Guajardo Quispe - Pueblo Colla
Piedra Colgada Sur, comuna de Copiapó, región de Atacama
La obra "Riendero" está desarrollada bajo una antigua tradición de los arrieros collas que ha sido trasmitida de generación en generación. Es propia de la cultura del arriero chilena y los pueblos ganaderos. Esta obra presenta la recuperación de un oficio que es cada día menos común, es una técnica mestiza (damasquinado con alpaca) que ha sido parte de la tradición ecuestre del pueblo Colla y que se aplica con gran maestría en esta obra, revitalizando una técnica que actualmente está prácticamente perdida.
Humberto tiene 29 años de experiencia realizando este tipo de artesanías: "desde que tengo uso de razón que veía como mi abuelito trabajaba con sus obras y artesanías en metal. Cuando cumplí 10 años mi tío José Quispe, de regalo de cumpleaños, me enseñó a trenzar y hacer un botón. Ese fue mi inicio."
Püchi-Txarihue Ligtui - Yesenia Melinao Curín - Pueblo Mapuche
Lo Espejo, región Metropolitana de Santiago
Tejido diseño ligtui, en Püchi-txarihue (faja pequeña) para püchidomo (niña). Las fajas mapuches no solo protegen a la persona que usa una a nivel físico sino que también de una manera espiritual. Esta obra da cuenta de una preocupación, prolijidad y sentido de fidelidad, desde el nombre de la obra, pasando por la técnica y la revitalización que implica, basada en estudios, investigaciones y documentación sobre el tema, representando un rescate desde el mundo urbano.
Yesenia tiene 12 años de experiencia realizando diferentes piezas textiles mapuche. Su trabajo está dedicado al rescate, revitalización y transmisión de los saberes ancestrales de su pueblo. A partir del año 2008, comienza una búsqueda para reconocerse y encontrarse con sus raíces mapuche, encontrándose con una serie de talleres y agrupaciones mapuche, entre ellas el taller Adllallin de la lamngen Loreto Millalen, artista visual mapuche.
Epu ketru metawe - Julia Matamala Llancao - Pueblo Mapuche
Puerto Domínguez, comuna de Saavedra, región de La Araucanía
Epu ketru metawe es una obra recuperada y reproducida por la artesana a partir de una pieza que vió en los años 90s en la Iglesia Católica del Puerto Domínguez y que posteriormente recrea como una manera de continuar con un diseño hecho por antepasados y que sólo se encuentra en en museos. El proceso de elaboración sigue las pautas de producción tradicional, tal como lo hicieran sus antepasados maternos, tanto en el plano material, como en lo espiritual.
Julia Matamala Llancao tiene 24 años de experiencia realizando este tipo de artesanías. Su interés por la alfarería se remonta a sus orígenes familiares, ya que Julia es tataranieta de Clorinda Coña, hermana del lonko Pascual Coña, de quien se sabe realizaba trabajos en greda. También en su familia, su tía abuela materna realizaba trabajo en greda. Sin embargo, este conocimiento no le fue traspasado directamente hasta que en el Liceo Intercultural Guacolda de la comuna de Chol Chol, ella toma un curso de alfarería y se especializa, poniendo en práctica todo el conocimiento previo familiar más el que le fue entregado en el liceo. En un comienzo no lo hace con fines comerciales o de subsistencia y se dedica a conocer, experimentar y mejorar su técnica. Con el paso del tiempo fue poco a poco acercándose al mundo de las ferias artesanales, siendo inmediatamente reconocida por sus pares y compradores, debido a la gran calidad y dominio de su oficio.
Mallku Bistalla - Celinda Castro Challapa - Pueblo Aymara
Central Citani, comuna de Colchane, región de Tarapacá
Esta prenda es utilizada ancestralmente para los rituales de fiestas tradicionales, quienes la utilizaban eran solo los caciques o alférez, se utiliza para guardar la Iejía (llujta), la cual combinaban después con hojas de coca.
El material de esta obra es una fibra que se utiliza ancestralmente para la confección de artesanías aymaras, es un proceso adquirido de generación en generación, la elaboración es completamente manual, con diseño tradicional de los antepasados. Los diseños se realizan de acuerdo a diseños tradicionales. Esta prenda es utilizada únicamente en ceremonias o rituales. La forma de la prenda es referente a su uso, requiere un diseño de bolsa para trasladar las cosas necesarias para la realización de la ceremonia.
Celinda Castro Challapa realiza este tipo de artesanías desde que tenía 14 años, con una trayectoria de más de 40 años, a la que le dedica gran cantidad de su tiempo. La técnica para la creación de su obra la aprendió de su madre y abuela, quienes le enseñaron a tejer, heredando su conocimiento de generación en generación. Celinda creció mirando a su madre y abuela tejer. A los 5 años de edad aprende a hilar y hacer bailar la phuska, perfeccionando esta técnica a los 7 años.
Celina ha participado en numerosas ferias artesanales y se ha desempeñado como monitora artesana y realizado cursos en diversas localidades en la región de Arica y Parinacota y Tarapacá.
K’orawa - Ceferino Choque García - Pueblo Aymara
Central Citani, comuna de Colchane, región de Tarapacá
La k’orawa es parte de la cultura aymara. Se utiliza para ceremonias de anatas o carnavales con la tradición del membrillazo, que consiste en lanzarse membrillos en pleno carnaval a una distancia de 6 metros; floreo de llamas y alpacas; para pastear el ganado, ya que cuando se arrancan se utiliza la honda.
Ceferino Choque García tiene 51 años de experiencia realizando este tipo de artesanías. Su padre le enseñó a los 12 años de edad, cuando vivía en Citani Viejo. Después aprendió las otras técnicas mirando. La técnica de esta obra se llama ojitos de perdiz, realizada con fibra de alpaca natural de su propio ganado. Don Ceferino es uno de los pocos cultores de esta técnica en el sector de Isluga, comuna de Colchane, cuna de artesanos textiles aymaras a nivel mundial.
Axo o Jurkho - Juana Flores Mamani - Pueblo Aymara
Aravilla, comuna de Colchane, región de Tarapacá
Esta obra es la vestimenta típica de la mujer aymara. Antiguamente esta era la única prenda de vestir de las mujeres, ya que el ganado que tenían las familias era la materia prima para la obtención de la lana. Este atuendo se caracteriza por ser confeccionado con un diseño antiguo, debido a que está creado completamente por lana de alpaca. Es más abrigado y muy resistente al agua en tiempos de lluvia. Hoy en día muy pocas personas se confeccionan, sin embargo cada mujer aymara tiene su vestido para lucirlo en fechas importantes como es la “pedida de mano”, ceremonias de agradecimiento como la pawa o también en los carnavales
Juana Flores Mamani tiene más de 50 años de experiencia creando artesanía aymara y prendas de vestir, tanto para ella como para su generación. Desde muy pequeña aprendó a confeccionar su propio vestido, ya que no tenía muchas prendas de vestir, fue su madre quien le traspasó este conocimiento que sería de utilidad para toda la vida, sobre todo para tener ingresos económicos.
Menciones honrosas
Annuja - Daniela Gallardo Navarro - Pueblo Yagán
Punta Arenas, comuna de Punta Arenas, región de Magallanes
Este canasto es réplica de una pieza perteneciente a la colección Martin Gusinde que es parte del conjunto de objetos que retornaron a la Isla Navarino desde el Museo de Historia Natural. En su confección se utilizó el punto uloánastába que en artículos actuales no se usa, pero que era común en la época en que el etnógrafo pasó por el territorio yagán. Para su confección se utilizó mapi (junco) recolectado 65 kilómetros al sur de Punta Arenas, se tejió del modo tradicional, sin incorporación de tecnologías ni modificación de diseño ancestral. Es resultado de un trabajo de investigación que se encuentra realizando la autora en colaboración del Museo Regional de Magallanes para rescatar diversas piezas que se encuentran en museos del territorio nacional.
Daniela Gallardo Navarro tiene 6 años de experiencia en la cestería desde que empezó con punto y formas básicas y 4 años desde que vende piezas. Nació en Punta Arenas, alejada del territorio ancestral en una época en que ser indígena era motivo de vergüenza, por lo que su madre evitó enseñarle elementos culturales de su pueblo para protegerla. En el año 2014, una amiga cestera kawésqar le enseña el punto básico y como confeccionar el círculo de junco, que es el punto de partida de la mayoría de las creaciones en tejido con mapi. A partir de ese momento, empezó a buscar información, fotografías, videos, etc. que le mostraran el tejido tradicional yagán, así como la historia del pueblo Yagán, motivándose a seguir profundizando en ese conocimiento.
Ñolkin tradicional - Juan Cayupán Martínez - Pueblo Mapuche
Quilihue, comuna de Cañete, región del Biobío
Esta obra corresponde a un instrumento musical para diversas ceremonias y celebraciones mapuche. Es un instrumento de viento mapuche hermano de la trutruca pero más pequeño, hecho de una caña vegetal del mismo nombre que se obtiene de la cordillera y con un cuerno que se pega en la parte baja de la varilla para que salga el sonido. La diferencia radica en que el sonido se obtiene aspirando desde la caña el sonido a diferencia de la trutruca. Actualmente se fabrican con aluminio y boquillas de cobre pero el original es de esta caña de ñolkin, por lo que esta obra rescata el uso de la materia prima original y las técnicas, que no incluyen pegamentos ni otras herramientas modernas. La elaboración de esta obra respeta todo el proceso productivo tradicional, desde la recolección de los materiales, hasta la confección del instrumento, lo que sin lugar a dudas es una revitalización de un oficio cada día menos trabajado.
Juan Cayupán Martínez lleva 15 años desempeñándose en la artesanía desde los conocimientos ancestrales que ha ido adquiriendo de su pueblo. Desde que comenzó a asistir a las ceremonias realizadas en su comunidad se interesó por aprender a elaborar instrumentos mapuche, ya que era llamativos y de difícil acceso. Como no existía nadie en específico a quien consultar, aprendió de manera autodidacta, y a la vez, Juan cree que fue una habilidad heredada de su bisabuelo, que según relatos de su padre, confeccionaba instrumentos mapuche también. Además de la confección de instrumentos mapuche, Juan elabora figuras de madera y platería mapuche, ya que su objetivo es rescatar y revalorizar su cultura.
Kitxa (pipa) Ceremonial - Daniel Huencho - Pueblo Mapuche
Nueva Imperial, comuna de Nueva Imperial, región de La Araucanía
Esta obra está confeccionada en técnicas tradicionales de fundición en moldes crudos de tierra. Esta técnica está en desuso por lo que su recuperación es de gran relevancia. En "Kitxa (pipa) Ceremonial" Daniel Huencho trabaja muchas técnicas ancestrales diferentes con gran calidad. Estas piezas por lo general son usadas por autoridades ancestrales del pueblo Mapuche, en su caso como rüxafe, las ornamentaciones ceremoniales en esta técnica en particular conlleva de varias conversaciones con la persona que manda hacer el trabajo.
Daniel ha trabajado en orfebrería desde 1998 y tiene 18 años desde el rescate de la técnica en fundido en moldes crudos de tierra o rüxan. La técnica para la creación de esta obra la aprendió a través de una investigación autodidacta en el interior de las comunidades del sector, comparando los resultados con piezas del coleccionista Dr Raul Morris Von B. con quien compartió variadas experiencias. Los relatos de los ancianos de su familia donde antiguamente había un rüxafe (tío abuelo), siendo descendiente de un linaje de rüxafe. Asimismo, muchos de los conocimientos mapuche los aprende en el pewma u oníricamente y oral, que también fue vía de aprendizaje.
Wisku - Julia Montes Calisaya - Pueblo Aymara
Visviri, comuna de General Lagos, región de Arica y Parinacota
Esta obra da cuenta de un trabajo ancestral cada día menos común, ya que se ha ido perdiendo la tradición, tanto de la curtiembre como del uso de wisku (sandalia). Este es un trabajo de revitalización de una artesanía que respeta una tradición aymara, tanto en el material usado, el proceso de creación, el color y el uso que se le da al wisku.
Julia Montes Calisaya tiene 30 años de experiencia realizando este tipo de artesanías para uso familiar. La técnica la aprendió de su abuela Petronila Onofre Tapia, quién en sus visitas a su cabaña en Parcoma aleccionaba a todos los nietos en sus saberes entre estos la confección de wisku (sandalias) de cuero de llama. Éstas eran utilizadas para el pastoreo en lugar de los zapatos.
Lazo de cuero trenzado - Manuel Llauptureo Alfaro - Pueblo Mapuche
Bahía Murta, comuna de Río Ibañez, región de Aysén
Esta obra da cuenta de la revitalización de un oficio que en la actualidad desarrollan pocas personas, realizada con maestría técnica por parte de un hombre, con una vasta experiencia, que forma parte de la tradición arriera característica en la región de Aysén. La soga ha sido una de las herramientas que han ayudado a las personas a desarrollar actividades ganaderas asociadas a la vida en los campos de la Patagonia. Alguien que no tiene sogas no puede trabajar con los animales y antiguamente no existía el plástico, ni las cuerdas que venden hoy en día, por lo tanto, la única forma de coexistir en el mundo del campo o las pampas era con el uso de estos lazos, ya que un caballo sin sogas no servía para nada.
Manuel Llaptureo Alfaro tiene casi 60 años de experiencia realizando y arreglando este tipo de sogas, pero no las elabora como artesanías, si no que las hace como herramientas de trabajo con animales en el campo y se caracterizan por ser buenas, firmes y durables. Manuel salió de Murta a los 15 años a trabajar cerca de Cochrane en el río Baker, por el lago Vargas. Se fue a trabajar con los ganaderos del sector donde conoce a Pedro Alarco, que a la edad de 18 años le enseñó a hacer sogas tejidas y costuradas.