Con una significativa ceremonia, se llevó a cabo el cierre del Taller de Registro y Memoria Indígena de Ñuble, que se realizó por segundo año consecutivo. Esta iniciativa fue posible gracias al convenio de colaboración entre la Sección Regional de Ñuble de la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios y Tribal Afrodescendiente chileno y la Universidad Adventista de Chile.

El objetivo de esta instancia es fortalecer el Plan Regional de Revitalización Cultural Indígena y Afrodescendiente, mediante el trabajo conjunto y el apoyo a iniciativas que rescatan y promueven la identidad de los pueblos originarios de la región.

La jornada contó con la presencia de Melisa Barriga Salazar, Directora (S) del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural de Ñuble, y Massiel Venegas Hernández, Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Casa de Estudios. Ambas autoridades resaltaron la importancia de crear y fortalecer espacios donde las memorias indígenas del territorio puedan resguardarse y hacerse visibles, promoviendo así el respeto y la valoración de la diversidad cultural de Ñuble.

Durante el encuentro se presentó el avance del "Primer Cuaderno para la Memoria: Voces Indígenas de Ñuble", un texto que recoge las experiencias y testimonios de personas indígenas de la región, bajo la dirección de la antropóloga Simi Jiménez Carrasco. 

Además, se exhibió el segundo registro audiovisual del proyecto, aportando valor documental y testimonial al proceso. La grabación y edición del material estuvo a cargo de Rodrigo Abarca Armijo, profesional de la Universidad Adventista de Chile.

Gladys Catricheo, Jhonny Huarcaya y Lucy Catricheo, participantes del taller, manifestaron una profunda valoración hacia la instancia, destacando la oportunidad de compartir sus memorias, entre ellos, de manera transversal y expresaron la urgencia de visibilizar las luchas de los pueblos indígenas por el respeto a sus derechos y la valoración de su cultura y su lengua. Asimismo, agradecieron el acompañamiento técnico y humano recibido durante todo el proceso, lo que contribuyó a consolidar una experiencia enriquecedora y participativa.

La jornada culminó con la entrega de certificaciones a las y los participantes del registro de memorias durante el año 2025. Posteriormente, se realizó un misawun de alimentos con pertinencia mapuche, en un ambiente que propició el encuentro comunitario y la celebración de la cultura indígena de Ñuble.